Una de las responsabilidades de un líder es hacer que las personas de sus equipos «entiendan el contexto», sepan cuál es el marco en el que tienen que cumplir unos objetivos, de manera que puedan dar sentido al trabajo que hacen. Una de las quejas más recurrentes en los equipos suele ser «es que no vemos más allá de nuestra tarea, no conocemos las estrategias de la empresa, ni lo que está pasando en otras áreas de la empresa».
Y para hacer partícipes a las personas del proyecto, es esencial «invertir en conversaciones«, de manera que las personas que están en el día a día puedan intercambiar visiones, entender la relevancia de su trabajo, sentirse parte del proyecto, compartir inquietudes e ideas sobre cómo hacerlo y sobre todo, aprender unos de otros sobre cómo trabajar mejor.
Sabemos de sobra que la presión del día a día, suele hacer que no sea fácil disponer de tiempo para «hablar». La persona que lidera, tiene la responsabilidad de crear esos espacios de tiempo en los que compartir los objetivos, explicar cómo está el mercado, cuáles son las estrategias de la empresa a futuro, analizar conjuntamente con el equipo los resultados que están consiguiendo y los que no, explorar nuevas opciones y proyectos, etc.
No es fácil estar convencido de que es una inversión que merece la pena y escuchamos con frecuencia: «tenemos cosas más importantes que hacer que dedicarnos a contarnos cosas que no son imprescindibles para el día a día»…
Nosotros, desde nuestra experiencia de trabajar con muchas empresas y equipos, podemos afirmar que merece la pena, que pocas horas de conversación ayudan a crear visiones compartidas, y cuando todo el mundo entiende hacia dónde vamos, las acciones y energías se alinean más fácilmente para conseguir los objetivos.
Ane Agirre y Oscar Garro (Vesper)
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